Recientemente se estrenó en Colombia ‘Mudos Testigos’, ópera prima de Jerónimo Atehortúa que fue codirigida en sus primeras etapas por Luis Ospina, quien nació hoy hace 74 años en Cali. A pesar de que el cineasta falleció en 2019 y no pudo ver terminada su última película, fue gran partícipe de que esta saliera adelante.
Ospina, artífice de Caliwood, junto a Carlos Mayolo y Andrés Caicedo, en uno de los cineastas más recordados de la historia del séptimo arte nacional, sobre todo por sus narrativas de gótico tropical que distan tanto del cine tradicional. Estas, por lo menos, aplicadas a los cortos y largometrajes de ficción que dirigió como ‘Pura Sangre’ o ‘Agarrando pueblo’ (falso documental).
Además, Ospina sintió una simpatía particular por el género documental, el cual realizaría, casi literalmente, hasta el día de su muerte. Su última producción documental ‘Todo comenzó por el fin’ (2016), fue un autorretrato de lo que fue el Grupo de Cali o Caliwood entre las décadas de los setenta y ochenta. Otros de sus documentales (y falsos documentales) más conocidos son ‘Un tigre de papel’ y ‘ Andrés Caicedo: unos pocos buenos amigos’.
“Gracias al vídeo he podido expresarme de una forma más continua y con mayor coherencia, investigando con el documental, en más de una treintena de trabajos, tres temas que siempre me han obsesionado: la ciudad, la memoria y la muerte”, mencionó alguna vez en un discurso sobre su relación con el cine que hace.