En las últimas horas medios internacionales confirmaron que dos personas cargadas de explosivos, se inmolaron en inmediaciones del aeropuerto de Kabul (Afganistán), lugar donde se encontraban cientos de personas esperando poder acceder al recinto.
El grupo radial extremista autodenominado Estado Islámico (IE) se ha atribuido esta barbarie donde, hasta al momento, 60 personas han perdido la vida. Así lo confirmaron a través de un comunicado publicado por la agencia de información de los radicales, llamada Amaq (Amaq News Agency).
El primer suicida se detonó a las afueras del aeropuerto, mientras que el segundo lo hizo cerca de un hotel llamado Baron, ubicado a dos kilómetros de distancia de la puerta sur del aeropuerto, según informó el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby.
En días pasados, países como EEUU y Reino Unido, habían advertido a través de diferentes canales comunicativos el riesgo inminente de un «posible ataque suicida con una bomba», una modalidad que sin duda caracteriza a los grupos terroristas radicales islamistas. De la misma forma, ambos países aconsejaron a los ciudadanos afganos alejarse del aeropuerto de Kabul.
De momento entre los 70 muertos (cifra que puede ir en ascenso en las próximas horas), 12 de ellos son soldados estadounidenses que custodiaban aún esta zona. El conteo de los heridos asciende a 140.
